Este es un blog libre, para quien escribe y para quien lee.
Son bienvenidos y bienvenidas.

lunes, 16 de abril de 2012

Cuando Cupido hace de las suyas, reacciones ante el enamoramiento.

Atención: No pretendo hacer de esto un diario cursi. No. Para nada. Sólo describir algunas formas de reaccionar al saber que -afortunada o desafortunadamente- estás enamorada(o).

Ok. Ya ha pasado la "Primera etapa". Ya saben, cuando hay atracción física, te fijas más en esa persona, te atrae. Probablemente hasta salieron y tuvieron la posibilidad de conocerse aún más.

Ahora, llega el momento en el que te das cuenta que ¡Algo extraño ataca tu organismo, tu mente, tu actitud! ¡Oh Dios!... te tiene... cupido te tiene. Las reacciones pueden ser muy diversas. Y...no es que me haya pasado jeje, pero, son masomenos así...

Luego de pasarla muy bien a su lado, al día siguiente algo sucede en tu cara. Sí, sonríes idiotamente por cualquier cosa. No sólo eso, a veces no te das cuenta de este singular gesto hasta que sientes que la mandíbula te duele más de lo normal. También te desvías de los temas de conversación. Cualquier maldita cosa la relacionas con él/ella; tanto que deseas hablarle a todo el mundo del dichoso personaje. Si eres demasiado fuerte y no quieres atarear a tus amigas(os), evitas nombrarlo(a) con cada palabra a la que antes no le dabas semejante significado. Pero eso no detiene que pienses en él y sigas riendo por tonterías.

Pero...¡Oh! Algo más sucede. Si eres de las personas a las que la palabra "enamorase" les pertuba, que huyen del romanticismo de alguna manera o tienen cierto grado de resistencia a ser "atrapadas" por alguien inimaginable; reaccionas, hmm, digamos, algo enojada(o). ¿Por qué? Bueno, por el hecho de considerarte lo suficientemente autónoma(o) y libre como para que alguien llegue de la nada y desequilibre tu mundo. Con alguien me refiero a ese individuo que -No sabes cómo ni por qué demonios- causa algo en tí que crees imposible -creías, mejor dicho-.

Ahora, aún  frustrada(o), comienzas a analizar las razones de ese extraño efecto que te tiene dopada(o). Tratas de ser objetiva, fría, calculadora. Te vas lo más que puedes por el lado científico, justificas con nombres de sustancias químicas lo que te sucede. Aún te resistes. Escaneas al tipo recordando sus movimientos corporales y palabras al momento de estar contigo. "¿Cómo diablos lo logró?", piensas. Buscas y rebuscas posibles "fraudes" o contradicciones en lo que dice. Y tal vez las encuentres, y hasta pienses que ya no te gusta, que "sólo es algo pasajero". Pero inexplicablemente, algo te mueve a seguir conociéndolo.

Se presenta el debate: "Ser, o no ser"... naa, no ese tipo de debate. Es una situación en la que tratas de encontrar los pros y los contras (aunque sabes intuitivamente que al final te inclinarás por arriesgarte). Actúas un poco bipolar. Como si quisieras hacerte la inmutable pero al mismo tiempo comenzaras a seder a un extraño pulso cerca del pecho. Las cosas suceden: decides seguir en el juego -aunque aún con aires de objetividad- y ambos vuelven a salir.

De nuevo la pasan genial. A pesar de que pretendías que ese reencuentro te diera las razones necesarias para convencerte de que era algo común y "sin importancia", no pasa así. Al contrario, hace que te inclines más y más hacia lo que creías lejano en tí, e incluso imposible.

Ahora llega la aceptación. Dices algo como "Ni modo, me tiene" consolandote al continuar la frase con un "Pero lo tengo también (muajaja)". No es que te des por vencida (esto no funciona así). Sólo aceptas el riesgo. Llegas al punto de estar dispuesta a poner en juego tu sentido antiromántico, tus actitudes frías, tu resistencia. Piensas algo como "¡Al diablo!,sólo se vive una vez y enamorarse es parte de vivir". Tampoco te importan los demás ni sus posibles reacciones de sobresalto, producto de tu imaginación. Sólo decides querer estar con él, fluir, mantenerte al filo del asiento. Todo a pesar de conocer los riesgos. Por otro lado, temes de cierta forma que los demás no vean en él lo que tú sí puedes ver. Pero...a fin de cuentas, ya has decidido seguir tú rumbo, el rumbo de ambos.

¡Y personas!, eso es lo que pasa o suele suceder. No estoy segura si atraviesan por algo similar, pero somos humanos y, habrá que aceptar algún día que una de las capacidades más fabulosas que poseemos, es la de enamorarse.

P.D. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
P.D. 2 Las cosas no terminan aquí ;)

Saraí

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...