Cuando era niña aún no estaba en auge eso de la televisión de paga con mil y tantos canales. Mi familia y yo teniamos que "sobrevivir" con sólo cinco de ellos. Cada fin de semana (y como es común hasta el día de hoy) pasaban películas que podíamos ver desde la comodidad de nuestra casa. Claro, a cambio de esperar casi media hora de comerciales entre escena y escena (creo que esto también se ha hecho tradición).
Algunas cintas las llegué a ver varias veces. Al parecer llega un momento en la vida de una televisora en el que se agotan las películas. De hecho todavía se puede ver una que otra merondeando por los "canales clásicos".
Así pues, les presento un poco de ese cine que formó parte de mis sábados y domingos...
Chucky, el muñeco diabólico (1988)
Muchos ya deben conocer esta historia. Un muñeco poseído por el alma de un asesino en serie trata de adueñarse de un cuerpo humano para vivir en él. Su oportunidad la encuentra en un niño de unos ¿Qué serán? ¿6 años?. La película tiene persecuciones, sangre y gritos; así como esas típicas escenas en las cuales quien es perseguido siempre se cae (¡Tonto!). He de confesar que me traumé con ese malito muñeco. Pero para ese entonces era muy pequeña. Luego te das cuenta de que Andy y todos los que trataban de huir de ese juguete "endemoniado" podían tumbarlo sólo con una patada! A esta película siguieron otras cuatro. Como era de esperarse se fue perdiendo la esencia de la historia en cada una de ellas. Una clara prueba de esto es la última parte: "El hijo de Chucky"...todo un fiasco.
La verdad la verdad, el protagonista me daba miedo. Debido a que esta película la vi por primera vez a corta edad no me fijaba en la historia (o más bien no la entendía del todo). Sólo me preocupaba el hecho de que ese extraño personaje apareciera en mi cuarto mientras dormía. Conforme la volvía a ver comprendía mejor la trama; ahora puedo decir que es linda, algo triste, pero linda. Siempre me gustaron las esculturas que hacía el "Joven manos de tijera" con la nieve y con los arbustos de las vecinas chismosas. Por cierto, ni por la mente me pasaba que el protagonista fuera Johny Deep y el productor de la película Tim Burton.
Terror en el desierto (1990)
Hasta ahorita me acabo de enterar que su título original es "Tremors" (Temblores). Como sea. Para mí siempre fue "Terror en el desierto". Hablaré mientras tanto de la primera de las cuatro sagas. Básicamente esta cinta muestra las peripecias de un grupo de personas para sobrevivir de los llamados Graboids (también de ese nombrecito me acabo de enterar). Estas extrañas criaturas son monstruos de unos 7 o 10 metros de longitud que viven bajo la tierra y si, se alimentan de seres humanos. Kevin Bacon es quien representa al típico héroe que se enamora de la típica joven bonita. También recuerdo, entre otros, a un comerciante asíatico, a una pareja traumadísima con las armas y a un muchacho impertinente.
Los locos Adams (1991).
Está basada en la serie de televisión estadounidense de 1964 (que nació a su vez de una tira cómica de 1937). También tiene varias sagas, pero esta vez se me viene a la mente la segunda; en la que la nueva niñera trata de adueñarse de la fortuna de esta macabra, loca y fuera de lo común familia. ¿Cómo olvidar a estos extraños personajes? ¿Al baile tan apasionado de Homero y Morticia? ¿Al tío Lucas? ¿Al tío Cosa? ¿A Dedos? (ah pa´nombrecitos eee) ¿Cómo olvidar las decapitaciones a los muñecos de Pericles y Merlina? o mi parte favorita: la risa macabra de esta última en el cursi campamento de verano al que es enviada.
Eso (It, 1990).
Así de conciso era Stephen King... "Eso". Más creativo no podía ser. Bueno, dejándo a un lado el fantástico nombre del aterrador personaje de esta cinta, recordemos un poco de ella. Un payaso maldito atemoriza a un grupo de niños en un condado de Estados Unidos. Cuando han luchado contra él y piensan que ha sido derrotado cada quien continúa con su vida "normalmente". Peeero: después de treinta años "Eso" regresa con sed de venganza. He de admitirlo, a causa de esta película le tengo miedo a los payasos (y sé que no soy la única). Son muchas las escenas míticas en esta historia: el barquito en medio de la lluvia deteniéndose en la alcantarilla (y lo demás seguro es recordado por muchos); "Eso" saliendo del drenaje de una regadera; o la famosa frase "Tooodos flotaaaan...tooodos floootaaaan"... No cabe duda, Stephen King tenía mucha imaginación.
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